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Mi problema con la ley de atracción

La ley de atracción consiste en ejercicios, prácticas o mantras que funcionan como una fuerza mágica o poderosa para que las personas cambien cualquier cosa en sus vidas, atraigan el éxito, la felicidad y las riquezas a través de sus pensamientos.

De acuerdo a dondeir.com, la Ley de la Atracción es la creencia que afirma que todo en el universo tiene un origen mental, de manera que somos los arquitectos de nuestras propias vidas. Cree en el poder de la mente para atraer situaciones a nuestras vidas que sean similares a las vibraciones que emitimos.

La filosofía detrás de que el “pensamiento positivo” traerá cosas buenas a tu vida está relacionada con un sistema de creencias llamado “New Thought”, una práctica religiosa que nació a inicio del siglo 19, basándose en el Trascendentalismo, Hinduismo, el mal uso de versículos bíblicos y otras enseñanzas místicas.

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Una de las principales enseñanzas de “New Thought” es la ley de atracción, ahora conocida como “manifestación”. Ambas creencias enseñan que si una persona cree, a través del poder del pensamiento positivo, que le llegarán cosas buenas, entonces tales cosas ocurrirán.*

¿Pero qué hay de malo en eso?

A simple vista no hay nada de malo con ser optimista, tampoco con ver el lado bueno de las cosas, pero el problema surge cuando ponemos nuestra vida en manos de nuestra propia voluntad o poder.

De alguna manera, esta creencia pone al ser humano en primer lugar,  enseñando que tiene el poder y el control de todos los eventos y situaciones a través de pensamientos positivos.

Esto hace que yo como practicante, deposite mi confianza y mi esperanza en algo tan voluble como "yo mismo", lo que convierte mi sistema de creencias en una idolatría, porque si mi ídolo (en este caso yo) se llegase a desmoronar (dada mi condición humana, finita y limitada), entonces mi confianza y mi esperanza se verían afectadas (por no decir destruidas). 

El “yo tengo poder y control sobre mi vida” suele parecer inofensivo y empoderador al principio, por eso es fácil caer en ese discurso, pero oculta una gran creencia de autosuficiencia que de no ser detectada a tiempo, nos puede arrastrar a una vida pesada, llena de conflictos internos y ansiedades sin resolver.

Pues nuestras fuerzas son limitadas, nuestro conocimiento es finito y nuestra voluntad es voluble, no podemos poner nuestra confianza en algo tan inestable como nuestra propia humanidad. 

Porque cuando nuestras fuerzas desfallezcan, entonces nosotros nos hundiremos con ella.

La autosuficiencia nos hace creer que podemos con todo solas y que no hay espacio para la vulnerabilidad, cuando la verdad es que somos débiles y no tenemos porqué estar solas.

La gente que lo ha vivido lo sabrá y yo que estuve allí lo puedo admitir.

Por otro lado, usar el "poder" de pensamiento positivo para manipular eventos está estrechamente relacionado con la brujería y el ocultismo.

Según Oxford Languages, la brujería es el “conjunto de conocimientos, prácticas y técnicas que se emplean para dominar de forma mágica el curso de los acontecimientos o la voluntad de las personas”.

¿Por qué poner mi esperanza en algo oscuro es cool? ¿Por qué si se supone que quienes practican la manifestación son pura luz?

Al final la creencia de “Ley de Atracción”, no hace más que poner al ser humano al mismo nivel de Dios, ¿a qué les suena eso? Sí, al pecado original en el Edén, cuando el hombre (y la mujer principalmente) creyó que podía saber y hacer lo mismo que Dios.

No entiendo por qué razón siempre volvemos a lo mismo y la historia nos recuerda una y otra vez que nada bueno sale cuando el ser humano quiere volverse un dios.

La voluntad de Dios no se amolda a nuestra voluntad, a lo que nosotros creemos o consideramos correcto, Dios es soberano y está por encima de todas las cosas.

Y la verdad primera y última es que necesitamos poner nuestra confianza y esperanza en algo que sea mayor a nosotros mismos, algo infinito, inmutable y que no cambia en el tiempo, Dios tiene por naturaleza esas características y sólo a través de la muerte y resurección de Jesús es que podemos ser transformados, cambiar nuestras vidas y lograr la salvación, del resto, solos no podemos.

Con amor, Ann.

Para profundizar en el tema pueden escuchar este episodio: clic aquí